Nuevos enfoques en la segunda jornada del INSS sobre envejecimiento y su efecto sobre las pensiones
Desde dentro
La segunda sesión de las Jornadas “El envejecimiento de la población activa y su efecto en el sistema de pensiones”, organizadas por el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), ha arrancado con la participación del secretario de Protección Social y Políticas Públicas en CCOO, Carlos Bravo, centrada en el envejecimiento de la población activa.
Ante las estimaciones tan variables que existen sobre el futuro del sistema de pensiones, asegura que los pronósticos categóricos que piden cambios drásticos en el Sistema no tienen sentido, que lo que procede es adoptar medidas efectivas ante el riesgo cierto que supone la jubilación de la generación del baby boom.
En ese sentido, y de cara a acometer las reformas necesarias, ha propuesto partir de las estimaciones que han hecho la AIReF y la propia Seguridad Social en un estudio presentado en el Seminario sobre pensiones celebrado en Santander, como ya hiciera ayer Antonio González González y que apuntan a que necesitamos 3 puntos de PIB para cubrir estas necesidades.
Desde esta premisa, considera que se deben desterrar las propuestas que califican al sistema de insostenible y proponen su sustitución sistemas de capitalización o mixtos.
En cuanto a las medidas correctoras propuestas, en el apartado de los ingresos, ha mencionado la posibilidad de aumentar bases mínimas de cotización, que los autónomos coticen sobre ingresos reales y medidas en el mercado de trabajo como la subida del SMI porque, asegura, que es una medida que beneficia tanto a nuestro mercado de trabajo como a nuestro sistema de pensiones.
Bravo ha planteado además la posibilidad de reordenar el sistema de cotización y hacerlo más equilibrado, ampliar la aportación del Estado, fortalecer la contributividad o eliminar los elementos inadecuados de cotización etc. Medidas a las que habría sumar un sistema de recaudación fiscal más justo y eficiente.
Toda esta batería de iniciativas permitiría hacer viable al Sistema y mantenerlo como debe ser: un sistema público de reparto, con una adecuada renta de sustitución y solidario entre generaciones.
Mesas redondas
En clave más internacional, a continuación se ha celebrado una mesa redonda sobre la prolongación de la vida laboral activa más allá de la edad legal de jubilación, analizando las reformas en países europeos y propuestas para el sistema español con la participación de Rafael Laraña Cobo, Susana Lejarreta Lobo, Rosa María Serrano Rueda y Belén Mansilla Calvo de las direcciones provinciales del INSS de Barcelona, Valencia, Almería y Cuenca.
Durante la exposición, los ponentes han analizado de dónde venimos en lo referente a esta prolongación de la vida laboral, analizando las medidas adoptadas en nuestro país desde 2002 y la situación actual. Unas medidas que consideran que se deben revisar y actualizar partiendo de una premisa clara, definir cuál es el objetivo que se persigue, puesto que en la actualidad hay medidas en vigor que resultan contradictorias entre sí.
A continuación se han fijado en la tendencia actual en otros países de nuestro entorno, en concreto Bélgica, Finlandia, Alemania, Noruega, Islandia, Bulgaria, Francia, República Checa y Eslovaquia, y qué tipo de medidas están adoptando en esta materia para por último, realizar algunas propuestas sobre a adoptar a corto y medio plazo.
Entre las propuestas que se podrían aplicar al sistema español, por las posibilidades de que funcionen en nuestro particular mercado de trabajo. Serían dos tipos de medidas, unas directamente con el sistema y otras externas.
Entre las primeras han citado la posibilidad de elegir el periodo de cálculo al alargar la vida laboral como ocurre el Bélgica; establecer una prima para trabajadores que lleguen a los 70 años, como ya funciona en otros países incluso hasta edades más avanzadas; o aumentar el porcentaje adicional a la pensión para los que tengan carreras más cortas, ya que las carreras largas de cotización tienen más ventajas, como ya se hace en varios países.
En el ámbito laboral serían aplicables medidas como la adaptación de las condiciones laborales de las personas que ha alcanzado de edad ordinaria de jubilación a través de la flexibilización de horarios, organización del trabajo, el apoyo de las nuevas tecnologías; incrementar la formación de las personas de mayor edad, fundamentalmente en lo que se refiere a nuevas tecnologías o establecer incentivos que mantengan el talento senior con el compromiso de incorporar nuevos trabajadores.
Además, para aumentar el universo a incentivar proponen Incrementemos las personas entre 61 y 65 años en el mercado de trabajo con bonificaciones en su cotización y formación para mejorar su empleabilidad
Tras esta sesión se ha celebrado la segunda mesa de debate, en esta ocasión centrada en los posibles factores socioeconómicos a tener en cuenta para la determinación de la edad legal de jubilación, analizando las reformas adoptadas en países europeos y elaborando unas propuestas para aplicar en el sistema español.
En esta mesa han participado Luciano Galindo del Val, Rocío Isabel Doval Martínez, José Félix Jaime Arbaiza y María Alexandra Díaz de las direcciones provinciales del INSS de Burgos, Asturias, Bizkaia y Cáceres, respectivamente.
En el análisis comparativo han mostrado la situación en Francia, Alemania, Holanda, Italia, Reino Unido, Portugal, Suecia, Bélgica y Austria. Las conclusiones son que existen multitud de sistemas por lo que resulta complicado encontrar elementos comunes, una edad de jubilación en general limitada a los 67 años, que aplican determinados factores de sostenibilidad, contemplan sólo un tipo de jubilación anticipada, las bases reguladoras para el cálculo de la pensión suelen abarcar toda la vida laboral y ofrecen una menor tasa de cobertura.
Posteriormente han analizado los puntos débiles de nuestro Sistema en relación con los factores sociales y económicos tenidos en cuenta para determinar la edad de jubilación actual, tanto desde el punto de vista de los ingresos como desde el punto de vista de los gastos.
En este apartado, han hecho referencia a la denominada reforma silenciosa, por la que las pensiones se actualizan en base a la inflación y no a los salarios. A la vez se incrementan las bases de cotización, pero con las pensiones máximas ligadas a la inflación. Unas modificaciones que no parecen afectar al Sistema pero que a largo plazo producen cambios sustanciales.
Ignacio Conde Ruiz y tercera mesa
Turno después para la ponencia Ignacio Conde Ruiz, profesor titular de Fundamentos del Análisis Económico en la Universidad Complutense de Madrid y subdirector de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (FEDEA) sobre las pensiones del siglo XXI.
Su intervención ha comenzado con un repaso histórico a los orígenes de los sistemas de Seguridad Social y ha recordado, que durante el siglo XX, mientras crecía la esperanza de vida, la edad de retiro se permitía cada vez antes, con lo que el periodo de percepción de una pensión se incrementaba.
Una tendencia que ha asegurado que en el siglo XXI se debe revertir, especialmente en España que va a ser el país más envejecido en 2050 por la mayor esperanza de vida a los 65 años, una de las tasas de fecundidad más baja de los países industrializados y porque nuestra generación del baby boom es más joven que en el resto de Europa y se jubilarán más tarde.
En este punto ha recordado que las pensiones se sostienen con un contrato intergeneracional y que todos queremos la mejor pensión y jubilarnos lo antes posible, pero que ese contrato, si no se reforma puede romperse en cualquier momento.
Tras un repaso a las reformas de 2011 y 2013 ha defendido la introducción de medidas correctoras como el factor de sostenibilidad que ligue las pensiones a la esperanza de vida y un índice de revalorización más ajustado a la propuesta del Comité de Expertos de 2013 en el que se permita adecuar la pensión a las necesidades del ciclo económico y ofrezca margen de maniobra tanto por el lado de los ingresos como por el de los gastos, a diferencia del aprobado finalmente.
A juicio de Conde Ruiz, el gran reto es buscar un sistema que garantice la sostenibilidad, respete el pacto entre generaciones y no recaiga en os actuales jubilados. Para ello apuesta por introducir medidas como las mencionadas anteriormente y diseñar un sistema con dos pilares:
El primero basado en cuentas individuales o nocionales, que relacionen lo aportado durante la vida laboral con lo que percibirás de pensión y un segundo, basado en el modelo inglés, que tendría carácter complementario.
Asegura que ese modelo tiene que estar muy ajustado a las características de nuestro país y nuestro mercado de trabajo y debe ser transparente, más comprensible que el actual, que permita la toma de decisiones por parte del trabajador, con una fecha de entrada en vigor clara, manteniendo pensiones mínimas y criterios contributivos.
a su juicio, a estas reformas les debe acompañar unas políticas que favorezcan una tendencia demográfica más optimista a través de la inmigración, refuercen nuestro mercado laboral, mejoren el sistema educativo, la tasa de actividad y una apuesta decidida por la I+D.
La tercera mesa de debate de la jornada ha tratado sobre el envejecimiento de la población activa y su efecto en la capacidad productiva: Análisis de su incidencia en las vigentes prestaciones por incapacidad. En ella han participado Antonio María Puerto, Emilio Antonio Martínez, Pablo García Ruíz, Fernando Álvarez-Blázquez y Amalia Clara Porras de las direcciones provinciales del INSS de Badajoz, Alicante, Granada, Pontevedra y Ávila, respectivamente.
En esta mesa se ha tratado el envejecimiento desde un punto de vista más médico y en la que ha analizado sobre los efectos de este envejecimiento en el entorno laboral, a pesar de la mejor calidad de vida y el incremento de la esperanza de vida de la que disfrutamos. Para ilustrar esta cuestión han comparado las prestaciones concedidas por incapacidad permanente cuyo pico empieza a los 55 años y que baja a partir de los 60 porque se califican muy pocas al tener.
En la ponencia han ofrecido datos sobre la evolución de los procesos de recuperación que se alargan a medida que aumenta la edad o la mayor incidencia y prevalencia de procesos de IT, la incidencia de las enfermedades a lo largo del tiempo y su relación con la exigencia laboral, por lo que han recordado que las leyes laborales debes ir de acuerdo a las biológicas.
En cuanto a las medidas para facilitar que el envejecimiento se adecúe a la exigencia laboral apuestan por tecnificar los trabajos, medidas de adaptación de los puestos de trabajo en función de la edad, readaptar el marco de la incapacidad, etc, al tiempo que han solicitado mejorar los sistemas de información médica a disposición del INSS para avanzar en esta vía con propuestas útiles.
Clausura
El cierre de las Jornadas ha corrido a cargo de la directora general del INSS, Gloria Redondo, quien ha destacado la gran calidad de las ponencias y ha agradecido la participación de ponentes y asistentes en unas jornadas que ha catalogado de muy fructíferas.
En su intervención ha resaltado un aspecto fundamental que no había sido abordado, el papel de la mujer y la existencia de una brecha de género muy grande en el mercado laboral que se traslada al ámbito de las pensiones
En este aspecto ha indicado que la incorporación de las mujeres inactivas al mercado de trabajo debe ser un objetivo fundamental y, en el caso de las más jóvenes, especialmente orientados a los nuevos sectores tecnológicos, innovadores y de mayor calidad.
Un sector, el de la innovación que hace progresar a la sociedad, aumenta la calidad del mercado de trabajo, crea empleo y atrae empresas punteras desde cualquier parte del mundo, lo que se conoce como clase creativa que produce efectos muy positivos en nuestro sistema de pensiones.
Una apuesta que ha pedido trasladar en la medida de lo posible a nuestros puestos de trabajo para mejorar nuestra administración, nuestra empresa o nuestro negocio para atraer más talento.