Valerio destaca el papel de la Inspección como instrumento de justicia social y de lucha contra la precariedad laboral
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La ministra de Trabajo, Migraciones y Seguridad Social en funciones, Magdalena Valerio, ha destacado hoy su compromiso con el trabajo digno y la calidad en el empleo y ha remarcado que la lucha contra la precariedad laboral ha sido desde el primer momento una de las “señas de identidad” del Gobierno.
“Un trabajo digno o decente, en terminología internacional, que forma parte de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030 de Naciones Unidas y que supone que hombres y mujeres tienen la oportunidad de un empleo productivo en libertad, equidad, seguridad y con dignidad”.
Valerio ha hecho hoy entrega de los diplomas a la 62ª promoción de Inspectores e Inspectoras de Trabajo y Seguridad Social. En su intervención, la ministra felicitó a los nuevos inspectores e inspectoras remarcando que son “un potente instrumento para que la justicia social sea una realidad en nuestro país”. Animó a la Inspección de Trabajo a seguir avanzando en el objetivo de mejorar la calidad del empleo y en la lucha contra el empleo irregular, que considera una de las peores formas de explotación, porque vulnera los derechos de las personas trabajadoras y conlleva un fraude a la Seguridad Social “intolerable”. “La Inspección de Trabajo debe mantenerse a la vanguardia de la defensa de los derechos laborales y de la protección social de las personas trabajadoras en las nuevas formas de empleo y en la economía de las plataformas”, subrayó.
El trabajo diario de la inspección contribuye, en gran medida, “a eliminar las incertidumbres que las nuevas formas de organización de trabajo” velando por el cumplimiento de los derechos de la personas trabajadoras y que constribuyen “a la sostenibilidad del corazón del Estado Social: nuestro sistema de Seguridad Social”, en palabras de la ministra.
Magdalena Valerio ha destacado los buenos resultados del Plan Director por un Trabajo Digno (2018-2020), una de las primeras medidas adoptadas por el actual Gobierno, en funciones, que se ha perfilado como “una potente herramienta para afrontar los problemas más graves acumulados por nuestro mercado de trabajo en los últimos años”.
Este Plan Director con sus dos Planes de choque, uno contra el fraude en la contratación temporal y otro contra el uso irregular de la contratación a tiempo parcial, han permitido, junto a la actuación ordinaria, mejorar la calidad del empleo de 225.000 personas trabajadoras en 2018, bien por que sus contratos temporales se han convertido en indefinidos (193.146) o porque han aumentado su jornada laboral (31.597).
Una Inspección reforzada
Con la incorporación hoy de estos nuevos 47 efectivos, unidos a las promociones de Subinspectores y Subinspectoras que se incorporaron en las últimas semanas, la Inspección de Trabajo y Seguridad alcanza 2.055 efectivos, la “cifra más alta en la historia de esta institución centenaria”.
A esta cifra se unirán las nuevas incorporaciones que resulten de los procesos selectivos actualmente en marcha (353 plazas de los tres cuerpos de Inspección), además de 160 plazas de la Oferta de Empleo Público de 2019 y otras 160 que se prevén para 2020. Todo ello supondrá un incremento neto de la plantilla estimado en un 23%.
Junto al refuerzo de la plantilla se ha iniciado el camino para la efectiva constitución y funcionamiento regular del Consejo Rector del Organismo, como su órgano de dirección y gobierno integrado por representantes de la Administración General del Estado y de las Comunidades Autónomas, y del Consejo General, como el órgano de participación institucional de los interlocutores sociales en los asuntos relativos al Organismo Estatal.
La directora general del Organismo Estatal de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social, Marisol Serrano, dio la bienvenida a los nuevos inspectores e inspectoras y destacó el papel histórico de esta institución centenaria como servicio público garante del cumplimiento de la normativa del orden social y de los derechos de los trabajadores y trabajadoras. Un papel que se afianza, afirmó, como “elemento esencial” en un momento de cambio del marco de las relaciones laborales.