El futuro de las pensiones y el presente de los salarios
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Granado se refirió a la presión demográfica, con bajos índices de natalidad y una alta esperanza de vida, como uno de los mayores retos del Sistema y aseguró que las claves para garantizar su futuro pasan por unos buenos salarios y por analizar si todas las prestaciones actuales deben ir con cargo a las cotizaciones sociales.
En este sentido, el secretario abogó por una mayor imaginación y no tener miedo a acometer cambios puesto que “estamos aplicando criterios del siglo XIX al año 2018, no tenemos bien definidos ciertos espectros laborales como los autónomos y todavía no sabemos cómo cotizará el teletrabajo, que según los datos en unos años representará el 10% de los empleos del país". Por ello, insistió en la necesidad de adaptarse a los cambios de la sociedad y saber dar respuesta a las necesidades de cada momento.
"El sistema de Seguridad Social es una seña de identidad del ciudadano español frente al resto", sentenció el secretario de Estado quien resaltó la importancia de mantener la cobertura social en caso de no tener edad o capacidad física para trabajar, ya que se trata del mayor "depósito de confianza" de la ciudadanía.
Evolución histórica
Granado quiso restar gravedad a la necesidad de reformas e hizo un breve repaso histórico del Sistema para dar cuenta de que siempre se ha ido adaptando para dar solución a los problemas existentes, desde la creación en 1908 del Instituto Nacional de Previsión (INP).
Así, ha recordado como el sistema de cotizaciones actual nace con la Ley de Bases de 1963, debido a que el sistema de mutualidades estaba en quiebra en el año 62, por lo que el sistema “ya nació al filo de la navaja”.
Además, recordó también que la revalorización de las pensiones, uno de los temas que más preocupan en la actualidad, comienza en 1997 para dar respuesta a las nuevas realidades sociales, una realidad en la que los españoles vivimos más tiempo y debemos mantener nuestro poder adquisitivo”.